viernes, 4 de septiembre de 2009

Nota para compartir

Esta es la nota de una amiga chilena Sonia mama de Rocio, me encanto leerla y quisiera compartir con las personas que leen nuestro blog; es mundo muy muy especial el que nos toca vivir y al contrario de lo que se piensa...es un mundo Feliz donde los esfuerzos tienen su recompensa: ver a nuestros hijos FELICES!!
La columna de Mamá Terapeuta: Una paternidad especial por Sonia Castro lee más de ella en el blog de Mamá Terapeuta Me ha sucedido en más de una oportunidad que gente ajena al mundo de la discapacidad dice sorprenderse mucho por lo feliz que soy. Me comentan “yo en tu lugar no podría sonreír, creo que estaría deprimidísimo”. Aabundan los comentarios del tipo “pobres papás, les toca el doble de trabajo”, “lo que deben sufrir” e incluso, el mejor comentario de todos, “te miro y veo de lo que me salvé”. Son comentarios que podrían considerarse hasta ofensivos, pero que lamentablemente son muy comunes y no sorprenden, pues la sociedad asocia discapacidad con desgracia. Gran error. Es una situación extraña que incluso cuesta poner en palabras. Es cierto que es difícil, es cierto que al momento de recibir el diagnóstico el mundo se detuvo por un buen tiempo y que sentimos mucho dolor. Pero es posible salir fortalecidos de ese duelo. Es una experiencia que puede cambiar radicalmente nuestras perspectivas y enseñarnos que muchos clichés son verdad: lo frágil que es la vida, lo importante que disfrutar cada momento. El solo hecho de que nuestros hijos respiren es algo maravilloso. Así comenzamos una paternidad muy especial. Una en la que nuestros hijos necesitaron cuidados especiales, diferentes a los que estamos acostumbrados. He tenido que aprender distintas técnicas y manejar información que habría preferido desconocer. Ser madre para mí es ayudar a los hijos a desarrollarse plenamente, sanos y felices, lo que en nuestro caso requiere rehabilitación motora. Así nació el nombre de “mamá terapeuta”, porque eso es lo que mi hija necesita de mí. Ayudarla nos moviliza diariamente a trabajar con todas nuestras energías para conseguir lo imposible, a hacer todo lo que podamos para ofrecerle las mejores oportunidades y darle una mejor calidad de vida, sin importar lo devastador del diagnóstico que nos hayan dado los médicos. Comprendo que esto para muchos pueda significar un “doble trabajo”, pero les aseguro que no se siente así. Se siente más bien como una doble recompensa, una doble satisfacción. Porque no damos nada por sentado y nos llena el corazón cada vez que sonríe, cada vez que nos mira. Nos entrega una felicidad indescriptible cuando logra algo nuevo, como hace unos días cuando cumplió 5 añitos y apagó la vela de su torta. Son momentos mágicos. Así que no nos tengan lástima, nuestra vida puede ser tan feliz como la de cualquier otro o incluso más, pues la felicidad no depende de las capacidades motoras. Nuestra hija nos enseña diariamente que lo importante es estar juntos, disfrutar la vida y simplemente querernos. Fuente: http://www.revistacarrusel.cl/

Foto: (de izq a der) Oli (yo),Sonia, Pilar y Ana

Mamás ABR en Galeria Pacifico Bs As

2 comentarios:

  1. Muchas gracias, Oli!!! Me alegra mucho que les haya gustado. Fue totalmente acertada tu elección de foto, cómo no se me ocurrió a mi??? Jajajaja..

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  2. Ayyy pero que guapas estamos todas!!.
    Gracias, disfruté mucho el conocerlas.

    Excelente columna Sonia!!

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